Una novedad en Amaicha del Valle es el nuevo barrio Pachamama, que está próximo a inaugurarse. Con todos los detalles de la cultura calchaquí y con mano de obra local, se construyeron 24 casas que se sortearán entre los integrantes de la comunidad indígena. Además, ya se está pensando en la ampliación del espacio para incluir a más residentes.
“Esto no era nada, era simplemente un campo. Pero hoy en día ya podemos ver las viviendas que próximamente estaremos entregando, y seguiremos gestionando más”, aseguró el comisionado rural, Paul Caillou.
Son hogares de 60 metros cuadrados que tienen dos habitaciones, una cocina comedor y un baño. Para el sorteo -cuya fecha y requisitos aún no están definidos- se priorizarán dos casas para personas con capacidades diferentes y dos para madres solteras.
Actualmente, la obra se encuentra en la etapa final de construcción, abocada a los detalles, la limpieza del terreno y gestiones de infraestructura. Además, se acordó la conexión de pozos australianos a la red de abastecimiento de agua domiciliaria.
Para la construcción de las casas, se tuvo en cuenta el ordenamiento del territorio a partir de su ubicación, para que sea un lugar de fácil accesibilidad y así evitar la congestión del tránsito. Al trazar las calles, en tanto, se tuvo en cuenta el escurrimiento de las aguas respetando la flora del lugar. El proyecto fue concebido por los arquitectos Claudio Bumbacher (idea y gestión) y Carlos Rodríguez. Estuvieron, en la supervisión de las obras, el funcionario nacional Hugo Cabral y la titular del Instituto Provincial de Vivienda y Desarrollo Urbano, Nora Belloni.
También se hizo uso de la innovación y del cuidado propio del suelo y la naturaleza. “Las casas no están alineadas como debería ser porque se respetaron los algarrobos y los cardones”, explicó Vicente Guerra, albañil de la obra, en un video sobre el nuevo barrio.
Y agregó: “Hay un nuevo descubrimiento del barro con arena y engrudo que da un muy buen resultado. Los arquitectos de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) vinieron y nos dieron un curso teórico-práctico y en base a eso estamos construyendo”.
Las casas tendrán calefones solares para el agua caliente y biodigestores que conducirán las aguas grises y negras bajo el jardín. Sobre esta alternativa, Caillou resaltó: “Pensamos y concebimos este barrio con nuestras técnicas”.
Tanto los materiales como la mano de obra se contrataron en Amaicha, quedando todos los fondos en el pueblo. Asimismo, durante el desarrollo de la obra se capacitó a 15 equipos de trabajo y se los proveyó de herramientas para que, al finalizar con las casas, se encuentren conformados como pymes cooperativas de construcción.
En tanto, en el terreno se contemplaron las posibles futuras ampliaciones y crecimientos, tanto de las casas como de los servicios que complementan. “Ya proyectamos la ampliación del mismo, Pachamama 2, nuestro sueño es llegar a ejecutar para satisfacer las necesidades de nuestros vecinos”, aseguró Caillou.
Por su parte, hace unos días se realizó el concurso de calidad constructiva de las casas del barrio. Hubo cuatro ganadores y entre los presentes se valoraron las puntuaciones de las viviendas construidas.